Charles Sanders Peirce
(September 10, 1839 – April 19, 1914)
"El único pensamiento que posiblemente puede ser conocido es el pensamiento en signos"..."A partir de la proposición de que todo pensamiento es un signo, se sigue
que todo pensamiento debe dirigirse él mismo a otro, debe determinar a
algún otro, ya que esa es la esencia de un signo"..."Es que la palabra o signo que utiliza el hombre es el hombre mismo. Pues lo que prueba que un hombre es un signo es el hecho de que todo pensamiento es un signo, en conjunción con el hecho de que la vida es un flujo de pensamiento; de manera que el que todo pensamiento es un signo externo, prueba que el hombre es un signo externo. Lo que es tanto como decir que el hombre y el signo externo son idénticos. Así mi lenguaje es la suma total de mí mismo, pues el hombre es el pensamiento".
"Algunas consecuencias de cuatro incapacidades", CP 5.264-317, W 2.211-242, EP 1.28-55, 1868. "El pensamiento es un hilo melódico que recorre la sucesión de nuestras sensaciones. 9. Podemos añadir que al igual que una pieza musical puede escribirse por partes, cada una de las cuales tiene su propio aire, así también diversos sistemas de relación de la sucesión subsisten juntos entre las mismas sensaciones. Estos diferentes sistemas se distinguen por tener motivos, ideas y funciones diferentes. El pensamiento es sólo un sistema de éstos, pues su solo motivo, idea y función, es producir creencia, y todo lo no referente a este propósito pertenece a algún otro sistema de relaciones. La acción de pensar puede tener incidentalmente otros resultados; puede servir, por ejemplo, para divertirnos, y no es raro, entre los dilettanti, encontrar algunos que han pervertido tanto el pensamiento a efectos del placer que, para ellos, parece constituir una vejación pensar que las cuestiones sobre las que disfrutan ejercitándose puedan llegar alguna vez a quedar zanjadas; y de ahí que reciban con un mal disimulado disgusto un descubrimiento positivo que sustraiga un tema favorito a la arena del debate literario. Esta disposición es la auténtica corrupción del pensamiento. Pero, si bien se puede libremente trastocar el alma y significación del pensamiento abstrayéndolo de todos los demás elementos que lo acompañan, con todo no puede nunca hacerse que se dirija hacia otra cosa que no sea la producción de la creencia. El único motivo posible del pensamiento en acción es el de alcanzar el pensamiento en reposo y todo lo que no se refiera a la creencia no es parte del pensamiento mismo.
10. ¿Y qué es, pues, la creencia? Es la semicadencia que cierra una frase musical en la sinfonía de nuestra vida intelectual. Hemos visto que tiene justamente tres propiedades: primero, es algo de lo que nos percatamos; segundo, apacigua la irritación de la duda, y, tercero, involucra el asentamiento de una regla de acción en nuestra naturaleza, o dicho brevemente, de un hábito. Al apaciguar la irritación de la duda, que es el motivo del pensar, el pensamiento se relaja, reposando por un momento, una vez alcanzada la creencia. Pero dado que la creencia es una regla para la acción, cuya aplicación implica más duda y más pensamiento, a la vez que constituye un lugar de parada es también un lugar de partida para el pensamiento. Por ello, me he permitido llamarlo pensamiento en reposo, aun cuando el pensamiento sea esencialmente una acción. El producto final del pensar es el ejercicio de la volición, de la que el pensamiento ya no forma parte; pero la creencia es sólo un estadio de la acción mental, un efecto sobre nuestra naturaleza debido al pensamiento, y que influirá en el futuro pensar.
11. La esencia de la creencia es el asentamiento de un hábito; y las diferentes creencias se distinguen por los diferentes modos de la acción a la que dan lugar."
"Cómo esclarecer nuestras ideas", CP 5.388-410, W 3.257-276, EP 1.124-141, 1878.
Pragmaticismo
El Pragmaticismo es la concepción pragmática de Peirce
que sirvió de inspiración a William James para inventar su Pragmatismo. De
acuerdo a Peirce, es sólo un método para investigar el significado de los
“conceptos intelectuales” con base en los cuales se pueden elaborar argumentos
relativos a los hechos. El Pragmaticismo, en tanto máxima o principio del
pensamiento correcto, fue explícito y originalmente propuesta en 1878 por C. S.
Peirce en un artículo escrito para el Popular Science Monthly titulado “How To
Make Our Ideas Clear.” Este artículo fue el segundo de seis sobre diversos
tópicos conocidos como “Illustrations of the Logic of Science”.
En este sentido, podemos decir que una de las primeras
formulaciones explícitas del Pragmaticismo aparece ya en forma de una “máxima
pragmática”: "Al considerar los efectos que podrían tener concebiblemente
consecuencias prácticas, concebimos lo que tiene el objeto de nuestras
concepciones. Entonces,
nuestra concepción de estos efectos es toda nuestra concepción del objeto"
(Consider what effects that might conceivably have practical bearings, we
conceive the object of our conceptions to have. Then, our conception of those
effects is the whole of our conception of the object). (W 3.266, 1878).
Inspirado en esta formulación incial y el
Pragmaticismo temprano de Peirce, James acuñó el término “Pragmatismo” para
referirse a su modo de comprender la concepción pragmática defendida por Peirce
en reuniones privadas y en sus artículos juveniles publicados en las décadas de
1860 y 1870. Pero Peirce nunca usó el término antes que James lo utilizara en
una conferencia en la Universidad de Berkeley en 1898 (“Philosophical
Conceptions and Practical Results”) y cuando usó esta expresión fue debido a
una solicitud para el Dictionary de Baldwin en 1902. Incluso en su artículo
“Qué es el pragmatismo” (1905), Peirce señaló que hacia finales de 1890, cuando
trabajaba en las definiciones del Century Dictionary, “no consideró que la
palabra tuviera suficiente prestigio para aparecer en esa obra” (EP 2:335),
aunque sí aceptó que la había usado frecuentemente en sus conversaciones
filosóficas desde la década de 1870.
Desde el principio Peirce se mostró perplejo y
reticente frente al término pragmatismo y en un intercambio de cartas con James
en 1900 expresó sus dudas, al tiempo que le preguntó: “¿Quién originó el
término pragmatismo, tu o yo? ¿Dónde apareció este por primera vez impreso?
¿Qué es lo que tu entiendes por esto?” (CP 8.253; Cfr. Pihlström, 2004: 27). En
efecto, todavía en 1905 encontramos a Peirce tratando de aclarar el supuesto
“origen” del Pragmatismo y para ello alude explícitamente a sus artículos de
1868-69 y a las doctrinas del sentido común crítico y el realismo escolástico
como las “dos doctrinas que fueron defendidas por el escritor cerca de nueve
años antes de la formulación del pragmaticismo” (CP 5.439; Cfr. 5.453), lo que
constituye una resignificación pragmaticista que Peirce hace de sus primeros
trabajos filosóficos y sitúa los orígenes del Pragmatismo en relación con el
Pragmaticismo, mucho antes de las discusiones llevadas a cabo en el “Club
Metafísico” a inicios de la década de 1870.
Al Pragmaticismo de Peirce se le ha confundido con el
empirismo radical de James, el humanismo de Schiller, el instrumentalismo de
Dewey y el vitalismo literario de Papini. Pero Peirce pensaba que todas estas
formas de Pragmatismo habían llevado muy lejos su modesto principio lógico. La
tradición pragmatista en filosofía ha reconocido dos pragmatismos diferentes
derivados de la concepción de la verdad sostenida por James y Peirce. El
realismo de Peirce se encuentra vinculado a su concepción de la inferencia y
usualmente es contrastado con el antirealismo que caracteriza muchos de los
escritos contemporáneos sobre el Pragmatismo (Mounce, 1997). El primero de los
pragmatistas en transformar el Pragmaticismo de Peirce fue, sin duda, James,
pero en años recientes el Pragmatismo ha llegado a ser transfigurado y alterado
a niveles que lo hacen irreconocible. Rescher (2012: 5ss) sostiene que hay dos
diferentes versiones del pragmatismo que pueden ser distinguidas desde la
perspectiva epistémica: una que él llama versión “suave” (soft) es
deflacionaria y deconstruccionista, la cual se desinteresa de la verdad para
concentrarse sobre la praxis pura. Este tipo de Pragmatismo fue defendido por
William James, pero actualmente es sostenido por Richard Rorty. Hay otra
versión del Pragmatismo muy diferente que Rescher llama versión “fuerte”
(hard). Esta posición insiste en la importancia del concepto de verdad y en la
coordinación entre verdad y realidad. Este pragmatismo “fuerte” fue formulado por Peirce y actualmente es
defendido por Hillary Putnam, Susan Haack y Nicholas Rescher. Ambos acercamientos
constituyen dos tendencias de pensamiento diametralmente opuestas (Rescher,
2012: 6).
En desacuerdo con las interpretaciones que le dieran
otros pragmatistas a su formulación de la máxima pragmática, Peirce finalmente propuso la expresión
“pragmaticismo” (EP 2:334-335, 346, 360, 1905) para hacer referencia a su
propia concepción pragmática. En la carta a Mario Calderoni (L 67, CP
8:205-213, 1905) señala que “la sílaba extra indicaría un significado más
limitado” y en el artículo del The Monist 15 (abril 1905) nos aclara que, “todo
aquél que introduzca una nueva concepción en la filosofía está bajo la
obligación de inventar términos aceptables para expresarla, y que cuando lo
haya hecho, el deber de sus colegas es aceptar esos términos, y de expresar su
molestia ante cualquier uso torcido de sus significados originales, no sólo
como una grosera descortesía hacia aquel a quien la filosofía le ha quedado en
deuda por cada concepción, sino también como un perjuicio a la filosofía misma;
y además, que cuando una concepción ha sido provista con las palabras
apropiadas y suficientes para su expresión, ningún otro término técnico que
denote las mismas cosas, considerado en las mismas relaciones, debería ser
aceptado. Si esta sugerencia encontrase aceptación, podría estimarse necesario
que los filósofos en congreso adoptasen, luego de la debida deliberación, los
cánones convenientes para limitar la aplicación del principio. Así, tal como se
hace en la química, podría ser sensato asignarle significados fijos a ciertos
prefijos y sufijos. Por ejemplo, podemos acordar, tal vez, que el prefijo
prope- debería marcar una extensión amplia y más bien indefinida del
significado del término del cual es prefijo; el nombre de una doctrina
terminaría naturalmente en -ismo, en tanto -icismo podría marcar una acepción
más estrictamente definida de esa doctrina, etc.” (EP: 333-334, 1905).
En 1903 Peirce reformula su definición así: "El
pragmatismo es el principio que establece que todo juicio teórico expresado en
un enunciado en el modo indicativo es una forma confusa de pensamiento cuyo único
significado, está en su tendencia a imponer una máxima práctica correspondiente
y que se expresa mediante un enunciado condicional con su apódosis en el modo
imperativo" (Pragmatism is the principle that every theoretical judgment
expressible in a sentence in the indicative mood is a confused form of thought
whose only meaning, if it has any, lies in its tendency to enforce a
corresponding practical maxim expressible as a conditional sentence with its
apódosis in the imperativa mood) (PP: 111, 1903).
En esta nueva formulación el principio pragmaticista
sólo es aplicable a juicios expresables en enunciados indicativos, y Peirce nos
dice que en los juicios expresados de esta manera, su contenido no ha sido
completamente explicitado y son “una forma confusa de pensamiento”. Además, el
contenido de un juicio está más claramente articulado en enunciados
condicionales que expresan “máximas prácticas” o “resoluciones condicionales”
(CP 5.543). Un juicio forma parte de la clarificación si toma la forma condicional,
y la consecuencia de la clarificación condicional será en el modo imperativo y
no en el indicativo, “cuyo único significado, está en su tendencia a imponer
una máxima práctica correspondiente”. Esta interpretación sugiere que la
aplicación de la máxima pragmática, con el fin de clarificar un juicio teórico,
requiere buscar enunciados condicionales con consecuentes en el modo
imperativo.
No contento con esta versión, en 1905 Peirce reelabora
la máxima pragmática con la que pretende caracterizar su Pragmaticismo de la
siguiente forma: “Toda la intención intelectual de un símbolo consiste en el
total de todos los modos generales de conducta racional que, condicionados a
todas las diferentes circunstancias y deseos posibles, se seguirían de la
aceptación del símbolo” (EP 2:346, 1905). Nótese que esta nueva formulación
introduce cuatro puntos adicionales: 1. El antecedente requiere especificar “circunstancias
y deseos”, 2. El consecuente de la máxima debería especificar “los modos
generales de la conducta”, 3. Si el antecedente del condicional es verdadero, el tipo de acción que se
especifica en el consecuente es la acción racional en tales circunstancias, un
“modo de conducta racional”, y 4. La máxima práctica reforzada por el juicio es
formulada usada un cuantificador universal, debemos buscar “el total de todos
los modos generales” (Cfr. Hookway, The Pragmatic Maxim. Essays on Peirce and
Pragmatism, Oxford University Press, 2012 p. 168-169).
Según estas formulaciones, el Pragmaticismo no es un
sistema filosófico, es solo un método de pensamiento lógico y científico de
análisis de los conceptos generales, símbolos, significados intelectuales, doctrinas
filosóficas, proposiciones, palabras o cualquier otro signo (PP: 109, 1903; CP
5.6; 8.206, 1905; EP 2:400-401, 1907); se ocupa de fijar su propósito
intencional (CP 5.412, 1905; EP 2:346, 1905) mediante el uso unívoco de los
signos (EP 2:263ss, 1905; 2:360, 1905) en el marco de un estudio más amplio de
los procesos de razonamiento desde la perspectiva del trívium filosófico:
gramática especulativa, lógica y retórica especulativa (EP 2:19, 2:289 ss,1903;
CP 1.444, 1.445, 2.203, 2.206).
El Pragmaticismo se expresa, de acuerdo a estas
reformulaciones, a través de proposiciones condicionales en indicativo y/o
subjuntivo (PP: 11, 1903; W 2:354, 1905;
EP 2:346, 359, 1905), y ello sin referirse solamente a estados mentales, sino
también a hechos reales y diferentes objetos semióticos. Esto presupone un
realismo de los universales (EP 1:332, 1892; EP 2:353, 1905; CP 5.432, 1905),
una ampliación de la ontología modal de lo real que incluye lo posible como un
modo de ser o posibilidad real (CP 3.527, 5.457, 5.463, 8.308) y una doctrina
lógica de la abducción como base del auténtico pragmatismo (PP: 231-232, 239,
242, 1903), ya que algunas posibilidades
(would-be´s) serán reales (EP 2:353, 1905), y puesto que, aún sin estar
encarnadas, las clases generales tienen un “ser potencial, un ser in futuro”
(EP 2: 123), que les confiere “el poder de producir resultados en este mundo”
(EP 2:124). En consecuencia, el Pragmaticismo de Peirce postula una nueva
triada ontológica en la que habría que diferenciar el ser de la posibilidad
cualitativa positiva, el ser del hecho actual y el ser de la ley que gobernará
los hechos en el futuro (CP 1.23; 5.459, 461, 473ss), “¿Cómo repercute el
futuro en nuestra conducta? La respuesta es que los hechos futuros son los
únicos hechos que, en cierta medida, podemos controlar; y todo lo que pueda
darse en el futuro que no sea sometible a control, son las cosas que, bajo
circunstancias favorables, seremos, o seríamos capaces de inferir” (CP 5.461).
Un esclarecimiento del concepto de Pragmaticismo
requiere entonces un estudio detenido de la máxima pragmaticista, su génesis y
diversas formulaciones en el contexto de la evolución intelectual continua,
presente en la obra escrita de Peirce. La selección de escritos que presentamos
a continuación pueden ser una forma de aproximarse al esclarecimiento del
significado y la genealogía del Pragmaticismo.
1868
"Del razonamiento en general"
1896
"La lógica regenerada"
1897
"Fundamento, objeto e interpretante"
1898
"La primera regla de la lógica"
1899
"La primera regla de la razón"
1902
"La lógica considerada como semiótica" (L 75)
Documento completo [PDF]
"¿Por qué estudiar lógica?"
"Lo pragmático y el pragmatismo"
1903
"Pragmatismo y abducción" (Lección VII)
"Diversas concepciones lógicas"
"¿Qué hace sólido un razonamiento?"
1904
"Nuevos Elementos"
"Carta a Lady Welby"
1905
"Temas del pragmaticismo"
"Carta al señor Calderoni"
1906
"La base del pragmaticismo en la faneroscopia"
1907
"Adivinar"
1908
"Un argumento olvidado en favor de la realidad de Dios"
1909
"Carta a William James"
"Carta a William James"
1910
"Los signos y sus objetos"
1911
"Un esbozo de crítica lógica"
1913
"Un ensayo para mejorar la seguridad y la fecundidad de nuestro razonamiento"